viernes, 23 de septiembre de 2011

¿POR QUÉ GRITA LA GENTE?


Cuenta una historia tibetana, que un día un viejo sabio preguntó a sus seguidores lo siguiente: ¿Por qué la gente se grita cuando están enojados?

Los hombres pensaron unos momentos:

-Porque perdemos la calma –dijo uno– por eso gritamos.

-Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? –Preguntó el sabio– ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?

Los hombres dieron algunas otras respuestas pero ninguna de ellas satisfacía al sabio.

Finalmente él explicó:

-Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.

Luego el sabio preguntó:

-¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran?

Ellos no se gritan, sino que se hablan suavemente ¿Por qué? Sus corazones están muy cerca.

La distanc ia entre ellos es muy pequeña.

El sabio con tinuó –Cuando se enamoran más aún, ¿qué sucede? No hablan, sólo susurran y se vuelven aun más cerca en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo . Así es cuan cerca están dos personas cuando se aman.

Luego dijo:

-Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, llegará un día en que la distancia sea tanta que no encontrarán más el camino de regreso.


Vía cuento: Preparémonos para el cambio

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Amenaza Mundial.

Poesía infantil. Poesía juvenil. Poemas infantiles.



Un rey enojón se puso a gritar
Señoras y señores,
Con tantos seguidores
Un ejército puedo formar


Enojones y gritones
Aquí se pueden inscribir
Hagan una fila, sin empujones
Y prohibido sonreír


Los enojones se formaron
Todos sin sonreír
Seremos millones, imaginaron
Al mundo haremos sufrir


El mundo dominaremos
Nadie se divertirá
Caras feas veremos
Y alegría nunca habrá


Un enojón emocionado
Sonrió descontrolado
Como la traición, todos la vieron
De la fila lo corrieron


Otro enojón, concluyó
Sin empujones y sin gritos
Esto no tiene sentido
Mejor no participo


Para no relatar caso por caso
El final de este cuento, les diré
No hubo ejército, fue un fracaso


No se cumplió la amenaza
Ningún acuerdo alcanzaron
Entre ellos mismos, se enojaron
Y cada quien se fue a su casa



lunes, 5 de septiembre de 2011

UN VASO DE LECHE


Un día, un muchacho pobre que vendía mercancías de puerta
en puerta para pagar su escuela, encontró que sólo le quedaba una simple moneda de diez centavos, y tenía hambre. Decidió que pediría comida en la próxima
casa. Sin embargo, sus nervios lo traicionaron cuando una encantadora mujer joven le abrió la puerta. En lugar de comida pidió un vaso de agua.

Ella pensó que él joven parecía hambriento así que le trajo un
gran vaso de leche. Él lo bebió despacio, y entonces le preguntó:

- "¿Cuanto le debo? "

- "No me debes nada," contestó Ella.
"Mi madre siempre nos ha enseñado a nunca aceptar pago por una caridad".

Él dijo .....
- "Entonces, te lo agradezco de todo corazón."

Cuando Howard Kelly se fue de la casa, no sólo se sintió
físicamente más fuerte, si no que también su fe en Dios y en los hombres era más fuerte.

Él había estado listo rendirse y dejar todo.

Años después esa joven mujer enfermo gravemente. Los
doctores locales estaban confundidos. Finalmente la enviaron a la gran ciudad,
donde llamaron a especialistas para estudiar su rara enfermedad.

Se llamó al Dr. Howard Kelly para consultarle. Cuando oyó el nombre del pueblo de donde
ella vino, una extraña luz llenó sus ojos.

Inmediatamente subió del vestíbulo del hospital a su
cuarto. Vestido con su bata de doctor entró a verla. La reconoció en seguida.

Regresó al cuarto de observación determinado a hacer lo mejor para salvar
su vida.

Desde ese día prestó atención especial al caso. Después de
una larga lucha, ganó la batalla.
El Dr. Kelly pidió a la oficina de administración del hospital
que le enviaran la factura total de los gastos para aprobarla.

Él la revisó y entonces escribió algo en el borde y le envió
la factura al cuarto de la paciente.

Ella temía abrirla, porque sabia que le tomaría el
resto de su vida para pagar todos los gastos. Finalmente la
abrió, y algo llamo su atención en el borde de la factura.

Leyó estas palabras..... "Pagado por completo hace muchos
años con un vaso de leche - (firmado) Dr. Howard Kelly".