martes, 14 de abril de 2009

Cucufata.

Cuentos infantiles. Cuentos cortos. Literatura y cuentos.

El cuento de la hormiga Cucufata

NARRADOR: Una mañana caminaba una hormiga, se llamaba Cucufata y buscaba comida. Tenía que llevarla al hormiguero cuya puerta era un gran agujero. De pronto encontró algo muy apetitoso, lo quiso coger, pero pesaba más que un oso. Intentó tirar, pero la cosa iba mal. Lo rodeó y lo empujó, pero aquello no se movió. Como sola no podía, fue a llamar a sus amigas. Se fue corriendo porque estaba anocheciendo. Cuando llegó, fuerte gritó:
CUCUFATA: He encontrado un bocado exquisito, pero pesa mucho el maldito. Y por mucho que lo he intentado ni siquiera lo he meneado.
HORMIGA MIGA: No perdamos el tiempo hablando y vamos todas pitando.
NARRADOR: Las hormigas, casi sin aliento, llegaron al alimento.
HOMIGA MIGA: Venga, todas a tirar.
NARRADOR: Y todas tiraron y tiraron.
TODAS: Uf, no podemos más.
HORMIGA MIGA: Venga, todas a empujar.
NARRADOR: Y todas empujaron y empujaron.
TODAS: Uf, no podemos más.
HORMIGA MIGA: No vamos a abandonar este bocado tan rico. Tengo la solución: a cortarlo en trocitos.

HORMIGA PEQUEÑA: Hmm, esto está de rechupete. Ahora llegaremos

en un periquete.

NARRADOR: Cada una de las hormigas se echa su trozo a la

espalda, y todas en fila india inician pronto la marcha.

TODAS: Aupa.

HORMIGA MIGA: La extensa vegetación no nos deja otra elección. No

tenemos más remedio que pasar por aquí en medio.

HORMIGA PEQUEÑA: Pero, ¿qué ven mis ojos? ¿Un oso hormiguero?
NARRADOR: Y dijo la hormiga muy suavemente:
HORMIGA PEQUEÑA: Cuidado, pasaremos de puntillas, sigilosamente.
NARRADOR: Tuvieron suerte, el oso dormía profundamente. Pero, aquí no acaba la historia. Todavía a casa no habían llegado, cuando con un gran charco se toparon.
TODAS: Aupa.
ESCARABAJO BAJO: No os va a servir de nada el trabajo.
NARRADOR: Les dijo el escarabajo.
ESCARABAJO BAJO: No llegaréis al hormiguero antes de que caiga un fuerte aguacero.
NARRADOR: Suerte que en ese momento, aunque no parezca cierto, las empujó un fuerte viento.

HORMIGA PEQUEÑA: Pero, si estamos en casa. Esto sí que tiene guasa.

NARRADOR: Y mientras caía el chaparrón, se dieron un atracón. Y era tan grande el festín que lo pudieron compartir.

Andrés Suvires Molero

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