sábado, 20 de junio de 2009

Las aventuras de Pumita: Pumita y sus amigos del río

Segundo capítulo

Pumita y sus amigos del río

Pumita miraba a su alrededor pero no lograba encontrar a su amiga Gotita Fresquita, había realizado un viaje fascinante por multitud de tuberías que la habían conducido desde el jarrón de la casa de los humanos hasta el exterior, ahora se había reincorporado con cientos de los suyos y juntos parecían dirigirse guiados por una corriente hacia un lugar que no conocía pero sentía que no había de qué preocuparse, todos a su alrededor parecían felices, el lugar que se mostraba ante ella era hermoso y apacible.
- Pumita, ¿qué te ha parecido el viaje?- Agua Brava aparecía a su lado- ya te dije que tuvieras paciencia, que pronto saldrías al mundo exterior
- Es cierto Agua Brava, tenías razón, todo esto es maravilloso
- Sí, mira a tu alrededor, allí en suelo firme, hay cientos de árboles y el sonido tan agradable que escuchas proviene de los pájaros
- Todo esto es precioso, pero ¿cómo se llama este lugar?
- Estamos en un río, millones de los nuestros nos movemos con la corriente
- ¿Y hacia dónde nos dirigimos?
- Vamos hacia el mar
- ¡El mar!…suena fascinante, ¿has visto tú el mar antes, Agua Brava?
- No, nunca, en ríos he estado varias veces, pero no he llegado a ver el mar nunca, una vez me quedé junto a muchos de los nuestros en una presa y nos acumulamos allí cierto tiempo, no continuamos el viaje hacia el mar, pero todos los recorridos son increíbles, hay mucho que aprender Pumita y muchos los mundos que ver, muchos de los nuestros estuvieron en campos de regadíos, otros como Agüita Embotellada fueron introducidos en recipientes que sirvieron a los humanos para beber, luego con el calor de sus cuerpos salimos al exterior y muchos vuelven a la atmósfera
- Todo lo que me cuentas es increíble, ¡hay tanto que ver!…yo acabo de iniciar mi viaje
- Sí Pumita, tienes muchos mundos que ver todavía, pero no todo es maravilloso
- ¿A qué te refieres Agua Brava?
- Tiempo atrás, los humanos podían bañarse en mucho de los ríos, jugaban con nosotros y compartían su tiempo con gran alegría, pero ya no suele ocurrir eso
- ¿Por qué Agua Brava? ¿Qué es lo que ha ocurrido? ¿Tiene que ver con lo que nos contó el profesor Nieve Helada sobre la contaminación?
- Así es Pumita, muchos de los ríos están contaminados porque los humanos han arrojado residuos químicos en ellos, parece que poco a poco se han concienciado y ya tienen más cuidado con nosotros
- Este río parece limpio, libre de contaminantes
- Así es, es una imagen maravillosa la que se muestra ante nosotros
Agua Brava y Pumita miraban a su alrededor, en tierra firme los rayos del sol caían sobre las copas de los árboles y el suave viento movía las hojas de sus ramas con delicadeza, el paisaje parecía de ensueño y todo ello unido a una melodía que se introducía en lo más profundo de su ser, cientos de pajaritos cantaban alegres saludando a un hermoso día en el que el paso de la lluvia había dado lugar a la formación del arco iris y a su intensa gama de colores, un agradable aroma a tierra mojada impregnaba todo el ambiente
- Pumita, estás aquí, llevaba tiempo buscándote- dijo una gota de agua de repente irrumpiendo en aquel hermoso sueño que Agua Brava y Pumita tenían despiertos ante la visión de vida que se mostraba ante ellos
- Gotita Fresquita, eres tú, yo también te he buscado, estaba preocupada, pensaba que no volvería a verte, he estado todo este tiempo con Agua Brava
- Todo esto es maravilloso, ¿no creéis? ¡Hay tanta luz y tanta vida!, mirad, yo también vengo con un amigo- Gotita Fresquita presentó a Agua Brava y a Pumita a su nuevo amigo, una trucha muy alegre- se llama Saltarín
- Hola a todos, así que vosotros sois los amigos de Gotita Fresquita, pues los amigos de mis amigos también son mis amigos- dijo Saltarín muy contento- me gusta mucho el agua, vosotros me dais vida
- Nosotros también nos alegramos de conocerte Saltarín- dijo Pumita que también estaba muy contenta porque había encontrado al fin a su amiga Gotita Fresquita y ahora tenía la oportunidad de hacer nuevas amistades en aquel lugar tan hermoso
- Saltarín tiene muchos amigos- dijo Gotita Fresquita
- Sí, venid y os los presento a todos- Saltarín hizo que Agua Brava, Gotita Fresquita y Pumita los acompañara a lo largo del río, se movía veloz dando saltos de forma vigorosa hasta que se detuvo frente al pié de una hermosa cascada- mirad ellos son Cantarina la ranita, Florín la tortuga y mi hermano Aletita
Cantarina era una ranita pequeñita de color verde que le gustaba croar y croar pues siempre estaba muy alegre. Florín era una tortuga muy simpática que nunca tenía prisa y siempre tiempo tenía para estar con sus amigos a los que escuchaba paciente. Aletita y Saltarín eran unas vigorosas truchas que todo el día pasaban saltando y a la cascada a menudo acudían. Así transcurrieron los días y nuestros amigos, Agua Brava, Gotita Fresquita y Pumita muy felices se sentían pues a buenos amigos habían conocido y buenos ratos habían disfrutado con largas charlas a diario. Nuestras amigas las gotitas por la corriente del río se movían y sus días en el río estaban llenos de felicidad y ningún percance habían experimentando. Un día varias personas se habían bañado en sus aguas y junto a un niño pequeño habían estado que con gran alegría chapoteaba agitando sus pies y sus manos, cientos de gotitas rápidas se movían de un lado para otro en un divertido vaivén al son de unas dulces carcajadas. Otro día un perro y hasta un caballo por sus aguas habían cruzado, y Pumita muy feliz se sentía, pues muchas eran las cosas que aprendía cada día y río abajo rápido se movía, todo era tan hermoso que un gran sentimiento le invadía. Pero llegó un acontecimiento que nuestra amiguita no se esperaba, pues ahora el río por dos caminos diferentes continuaba, ¿cuál debería seguir? Era momento de tomar decisiones y Pumita indecisa se sentía.
- ¿Qué hacemos ahora?- le preguntaba Pumita a Agua Brava y a Gotita Fresquita- debemos tomar uno de los dos caminos, pero ¿por cuál seguir?
- No lo sé- dijo Gotita Fresquita- no sabemos hacia dónde nos dirigen estos dos caminos, pero se me ocurre una idea, preguntémosle a nuestros amigos del río
- Es muy buena idea Gotita Fresquita- indicó Agua Brava- seguro que ellos nos podrán ayudar
Agua Brava, Gotita Fresquita y Pumita acudieron a sus amigos para que les informaran hacia dónde les dirigía ambos caminos pues en duda se encontraban
- Lo siento amigos pero no lo sé, no he ido nunca más allá- les indicó Cantarina- mi lugar preferido es la cascada dónde nos conocimos
- Nosotros tampoco lo sabemos- les dijo Saltarín y Aletita
- Yo sí lo sé- dijo al fin la tortuga Florín- por el camino de la izquierda continúa el río surcando por el interior del bosque hasta llegar a una zona en la que el agua circula con gran rapidez dando grandes saltos hasta llegar a una gran cascada que acaba al final con un pequeño pero hermoso lago, el de la derecha os lleva directos hacia el mar
- ¡El mar!- dijo Agua Brava con gran admiración que nunca había tenido oportunidad de verlo
Pumita y Gotita Fresquita estaban deseosas de ver el mar, así que la decisión parecía fácil, solo había un problema, tal vez no volverían a ver a sus amigos del río
- No sintáis pena- dijo Florín- ir a conocer el mar, es vuestra naturaleza estar en constante cambio, estoy seguro de que nuestros caminos volverán a cruzarse
- De eso estoy seguro Florín- dijo Agua Brava- vuestro mayor deseo es conocer el mar y ahora tenéis vuestra oportunidad, no la perdáis
- También es tu ilusión, ¿no? Tú también querías ver el mar- dijo Pumita sintiendo que Agua Brava iba a darles una noticia que tal vez no les hiciera felices
- Sí, es mi ilusión conocer el mar, pero también lo es volver a ver a mis compañeros de nube, el equipo de Aguas Bravas del Club de Rápidos, hace mucho que no me encuentro con ellos y ahora ha llegado el momento
- Entonces ¿no nos acompañas hacia el mar, Agua Brava?- dijo Gotita Fresquita apenada
- No os entristezcáis pues los caminos de las gotas de agua no tienen nunca final y tengo seguridad en que nuestros caminos volverán a encontrarse
- Nosotros acompañaremos a Agua Brava- dijeron Saltarín y Aletita- y aunque nos despidamos ahora, al pié de estos dos caminos, sabemos que volveremos a vernos
Con aquel mensaje de esperanza por un reencuentro próximo volvió la felicidad a todos nuestros amigos que se despidieron pero no para siempre. Allí se encontraban todos, la ranita Cantarina, Florín la tortuga y las truchas Saltarín y Aletita. Pumita y Gotita Fresquita se dirigieron hacia el camino que les llevaría hasta el mar mientras que Agua Brava, junto a Saltarín y Aletita, continuaron hacia el camino que les llevaría hacia las agitadas aguas. Ahora comenzaba una nueva aventura para todos, ¡qué felices se les veía! Buena suerte de parte de todos sus nuevos amigos del río con gran cariño les deseaban.

Por Lourdes Torres V.

Ver primer capítulo en: El primer viaje de Pumita

1 comentario:

  1. Hola, soy Lourdes Torres, la autora de las aventuras de Pumita, me ha hecho mucha ilusión ver mi cuento, muchas muchas muchas gracias!!! me siento muy agradecida. Quería pedirte un favor, si por un tiempo podrías quitarlo de la página, muchas gracias y disculpa!!!!

    ResponderEliminar